RECUERDOS DEL PASADO: LAS LAVANDERAS Y LOS LAVADEROS COMUNALES .

LAS LAVANDERAS EN ANTIGUAS FOTOS

La Lavandera

Durante la gran epidemia sufrida por la Capital en 1810 se prohibió el oficio de las lavanderas en las aguas del barranco de Santos, como forma de aumentar la profilaxis. Sin embargo, en 1820, y a pesar de este hecho, el lugar seguía siendo utilizado para este fin. Las condiciones higiénicas eran pésimas, aprovechándose los charcos que el agua formaba en el barranco.

En estas fechas empezó a plantearse la necesidad de construir unos lavaderos municipales, un proyecto concebido para instalarlos en un extremo de la calle del Pilar y que fracasó por su elevado coste que tenía para el Ayuntamiento, 1.718 pesos, según explica Alejandro Cioranescu en su "Historia de Santa Cruz".

Los vecinos se quejaban de que las mujeres tenían que salir de la población a media noche y transitar con la oscuridad por barrancos y sendas peligrosas para ir a lavar. En esta operación, sufrían numerosos robos.

La edificación de los lavaderos se hizo realidad lentamente, como ocurría con casi todos los proyectos que se ejecutaban en la Capital. Para ello se escogió un lugar por encima del barranco de Almeida, en unas tierras cuyo propietario era Grandy, muy cerca de la calle de las Canales Bajas, por la que dicurriría el agua, tal y como cuenta el autor.

Las obras comenzaron en 1839 y fueron paralizadas enseguida por la escasez de la madera. Fueron, finalmente, terminados en 1842.

Formando un rectángulo de 45 metros por 35, estaba compuesto por 60 piedras de lavar dispuestas en hileras de 15 por cada lado.

Los tres cuartos que se pagaban por el uso de cada piedra de lavar formaban una renta que oscilaba entre 1.800 y 3 mil reales anuales. El Ayuntamiento solía arrendar este servicio, aunque en otras ocasiones no le quedaba más remedio que reasumirlo porque no solía presentarse ningún licitador al concurso público.

Paradójicamente, y pese al motivo de su construcción, sesenta años después los vecinos volvieron a preferir lavar en las charcas antes que en "los mal llamados lavaderos, que son tal vez el más terrible foco de contagio que en la Ciudad tenemos", según un testimonio de la época recogido en "Historia de Santa Cruz".

Tal era así que en 1906, y ante la detección de varios casos de tifus, se procedió a la desinfección de las aguas de estas instalaciones, que darían nombre al popular barrio de la Capital.

Fuente: www.eldia.es

Lavanderas de "Chacaica" Güímar (Tenerife)

Los lavaderos comunales , algunos todavía en uso eran el lugar donde antiguamente se lavaba la ropa y servían también como lugar de tertulia . En la fotos podemos observar viejas fotos con lugares tan dispares como el Barranco de Santos y Lavanderas de Güímar ó del Norte de la isla .

Fuente : FEDAC