miércoles, 13 de junio de 2012

LAVADEROS DE LA VEGA
LA LAGUNA - TENERIFE

Una joya del pasado cautiva en una prisión 
Según los estudiosos, estos lavaderos podrían tener una antigüedad de al menos 233 años. De hecho, Carmen Gloria Calero Martín, en su obra sobre La Laguna, destaca que en un plano de 1779 se observa junto al puente de San Francisco una edificación exenta, muy próxima a la bifurcación de la canalización principal de agua que contenía los lavaderos públicos.
El edificio, tal y como precisa la citada estudiosa, "fue construido como servicio de la ciudad y situado extramuros, en el límite del casco urbano".
La ubicación no fue fortuita, ya que, según relata Calero Martín, por una parte coincide con el canal de madera que hasta 1870 traía el agua a la ciudad, aunque también se considera como probable que el suministro proviniera de lo que se denominaba el Tanque Grande, un depósito anexo que se llenaba con el agua de un pozo próximo, conocido como la Madre del Agua, descrito durante el año 1900.
También se alude a los trabajos para desecar La Vega lagunera como una de las principales causas que explicarían la merma en el caudal del importante manantial de la Madre del Agua, que también abastecía a la ciudad.


 Situados en el Camino de Las Peras en las cercanías del Parque de la Vega
La ciudad de La Laguna esconde todavía lugares por descubrir para el común de los tinerfeños. Uno de ellos se sitúa cerca de la plaza del Cristo. Se trata de los lavaderos, un espacio que guarda en sus rincones buena parte de la historia del municipio y sus gentes.
Situados en el camino de Las Peras, los restos que aún se conservan fueron reformados por el Gobierno municipal a principios de la década de los noventa del pasado siglo. No obstante, después de esta actuación, no se ha adjudicado un uso concreto ni estable para unas instalaciones cuya construcción los expertos sitúan a finales del siglo XVIII.
Concebida como sala de exposiciones, las antiguas pilas donde antaño lavaron sus ropas las mujeres laguneras fueron recubiertas por un edificio. Muchos de los que hoy en día pasan por la zona apenas sospechan que en el interior de esa misteriosa casa siempre cerrada, dentro de un recinto vallado, se conserva este tesoro arqueológico. "No se le ha dado un uso concreto desde la época en la que era alcalde Elfidio Alonso, momento en el que se arregló el recinto", recordó esta semana el historiador lagunero Julio Torres.
Por lo pronto, no existe proyecto de uso para este espacio, aunque "parece lógico pensar que debería darse a conocer", añade el experto, que recuerda, además, que una instalación muy similar en la capital es empleada desde hace tiempo para dar cabida a propuestas culturales.
Las ideas del Cicop
En 2006, los responsables de la Fundación Centro Internacional de Conservación del Patrimonio (Cicop), con sede en La Laguna, realizaron un estudio sobre este enclave. En su informe participaron varios arqueólogos, arquitectos y arquitectos técnicos. Entre ellos estaban Enrique Carvajal, María de Mar Martín, Domingo Chinea, Francisco de La Rosa y Miguel Ángel Matrán, éste último director del Cicop.
Figuran en el texto sus propuestas de uso donde, además de ser empleada como sala de exposiciones y espacio de venta de trabajos de artesanía, sugieren los expertos que la zona y sus características sean rentabilizadas como lugar de recreo. "Dado lo placentero del lugar, se propone a través de estas páginas que dentro del uso fijado se incluya un pequeño kiosco de bebidas que posibilite el refrigerio y descanso de los turistas en mesas y asientos", explican los expertos del Cicop.
El documento fue presentado ante el Ayuntamiento de La Laguna en 2006. Los lavaderos siguen hoy, sin embargo, sin encontrar uso concreto y permanecen en el olvido sin "potenciar el conocimiento y la visita turística de unos lavaderos públicos" de hace más de un siglo. El modelo escogido en su día para proteger los antiguos pilones de lavar no parece ser además, y en opinión de los expertos del Cicop, el más adecuado para las características históricas y estéticas de las mismas.
Sugieren correcciones en este inmueble que posibiliten la creación de un espacio "único y continuo". Las intervenciones necesarias para recuperar este espacio para el uso de los laguneros incluyen la eliminación de una pequeña construcción que, actualmente, alberga un aseo "aparatoso para tan escasa función", se añade en el informe.
Para devolver su antigua prestancia a los restos, arquitectos y arqueólogos sugieren que los lavaderos vuelvan a estar abiertos al "resto del espacio". Para ello se aconseja sustituir la construcción cerrada que los alberga por una delimitación "en consonancia con la que tuvo en su época de uso, con un vallado perimetral de no más de un metro de altura, con aberturas para su entrada y una cubierta de tejas sobre tablazón de madera".
Asimismo, el informe preliminar que varios expertos elaboraron para recuperar para la ciudad la antigua infraestructura pública incluye también una excavación que ayude a recuperar parte de las instalaciones originales. "La delimitación original podría establecerse mediante un sondeo arqueológico en torno a los muros actuales", explican.
La historia
Originalmente, las laguneras acudían a lavar sus ropas a la fuente conocida como Madre del Agua, ubicada cerca del emplazamiento actual de los lavaderos.
Posteriormente, ese agua fue canalizada hasta el pilar situado en las proximidades del convento de San Francisco, en el punto exacto donde todavía hoy se conservan los lavaderos. En la zona se encontraba, también, el que fuera conocido como tanque de San Francisco.
Las continuas prohibiciones de que se lavara la ropa en las proximidades de la laguna natural que le dio nombre a la ciudad se suceden hasta que, en 1610, el Ayuntamiento decide que se construya un lavadero con suministro a partir del suministro de Madre del Agua. Este proyecto nunca llegó a hacerse realidad.
La idea se retoma nuevamente en 1625 pero, según las distintas fuentes documentales, las pilas que aún se conservan cerca del Cristo datan de las últimas décadas del siglo XVII.
Foto y texto:   Diario La Opinion de Tenerife

2 comentarios:

  1. Muy interesante,hoy me entere que esto tan bonito esta en La Laguna,tengo que ir a verlo.Gracias una y mil veces.

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  2. No creo puedas visitarlos, están cerrados durmiendo el sueño de los justos !!! Es una lástima !!

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